Currículo estándar: compartiendo el lenguaje del fuego con nuestros vecinos
Si hemos aprendido algo en las últimas décadas, es que los desafíos ambientales en todo el mundo están creciendo a una velocidad vertiginosa. En los Estados Unidos, es usual que brigadas de bomberos viajen fuera de su estado para apoyar a otras brigadas en la batalla contra el fuego. Sin embargo, la asistencia interestatal no siempre es suficiente.
Ese escenario es, en síntesis, lo que motivó que el Programa Regional de Incendios para Sudamérica (SAR FIRE) lleve adelante el ambicioso proyecto de estandarización curricular para Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. Diseñado e implementado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS), este programa brindará a bomberos de diversas funciones la capacitación y tecnología que Estados Unidos ya comparte con sus vecinos de Norteamérica. El objetivo es crear una red de aliados en todo el continente que hablen el mismo lenguaje técnico y puedan ayudarse mutuamente en casos de emergencia.
Los países de SAR FIRE comparten no solo fronteras geográficas, sino también el paisaje único de la cuenca amazónica, donde los incendios forestales aumentaron considerablemente en 2020, según un informe publicado a principios de este año por el Observatorio de la Tierra de la NASA. Isidoro Solís, especialista en programas de incendios y uno de los expertos detrás de SAR FIRE, confía en que el programa beneficiará a todas las naciones involucradas. “En cada país, los bomberos usan herramientas a su manera, o tienen cursos específicos o simplemente llaman a las cosas de manera diferente”, dice. “Pero hoy es cada vez más importante estar preparados para ayudar a nuestros vecinos en la región, y eso solo es posible si todos usamos la misma terminología del fuego y compartimos un conocimiento común”.
Solís tiene una larga experiencia en este tipo de cooperaciones. Además, está involucrado en la colaboración para el combate contra incendios entre Estados Unidos y México, que comenzó hace casi cuatro décadas, en 1983. Alianzas similares se pactaron años más tarde con Canadá, Australia y Nueva Zelanda. El resultado de estas asociaciones fue crucial el año pasado, cuando bomberos mexicanos y australianos viajaron a EE. UU. para ayudar en abrumadoras áreas de desastre. Y en 2019, un grupo de investigadores de incendios y especialistas en supresión del USFS apoyaron a sus pares en Brasil durante la temporada de incendios en ese país.
Juan Ramón Cruz, consultor de Programas Internacionales de USFS basado en México, cree que los desafíos ambientales del cambio climático han hecho de la cooperación internacional un asunto crítico. “El fuego no conoce fronteras ni ideologías”, dice. “Debemos estar listos para ayudar a nuestros hermanos y hermanas en América del Sur, porque también podríamos necesitar su ayuda en algún momento”.
La implementación del programa, que se puso en marcha a mediados de 2020, implicó abordar algunos retos importantes, especialmente la adaptación de los cursos al español y al portugués, y ajustarlos a las peculiaridades de cada país. A todos esos desafíos se sumó otro aún más grande: la pandemia de COVID-19.
Oscar Rodríguez, un especialista en programas de incendios que trabaja en el sistema de calificación de SAR FIRE, tuvo que reinventar los primeros cursos como experiencias virtuales. “La pandemia fue un gran golpe para nosotros, porque combatir incendios significa gente en el lugar de los hechos”, dice Rodríguez, quien labora junto a un equipo internacional de profesionales. “Pero, al mismo tiempo”, agrega, “la pandemia ha agregado flexibilidad a nuestros cursos en términos de acceso y finalización”.
Más componentes virtuales están en camino, dice, aunque los instructores y bomberos esperan reanudar las actividades de campo tan pronto como se levanten las restricciones de la pandemia. Mientras tanto, la necesidad de cooperación y conocimiento común se está convirtiendo en una necesidad urgente para los bomberos en todas las Américas. La buena noticia es que la ayuda está en camino.
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Sobre FUEGO
FUEGO, el programa regional de prevención y manejo de incendios para Sudamérica, es una iniciativa de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS). Creado en 2020 en respuesta al aumento de incendios forestales en Sudamérica, FUEGO ha reunido socios y aliados en la región, y hace posible que especialistas en incendios del Servicio Forestal de los Estados Unidos compartan su experiencia y conocimientos con sus pares en los cuatro países que integran el programa: Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. Porque los incendios ya no son más problemas de un país sino de todas las naciones de las Américas. FUEGO trabaja con diversas entidades oficiales y privadas, universidades y comunidades indígenas para mejorar los recursos técnicos y humanos en la región, especialmente en el vasto territorio amazónico.